El IMSERSO apunta a convertirse en el impulsor e inspirador en Latinoamérica del proyecto «Ciudades Amigables con los Mayores» que la OMS puso en marcha en 2006 y al que las ciudades se inscriben para seguir sus parámetros de amigabilidad.
Así quedó patente en el evento que el Instituto del Mayor de España organizó la semana pasada en Madrid bajo el Nombre de I Conferencia Hispana de Ciudades y comunidades Amigables con los mayores .
Durante dos intensas jornadas de ponencias se dieron cita en la capital de España representantes de ciudades que tienen muy claras las ventajas de apuntarse a este programa porque ser amigable con los mayores es ser amigable con todos los ciudadanos.
Las escaleras, los bordillos de las aceras, los transportes accesibles o adaptados, la distancia a los centros de salud o de deportes, el buen trato en comercios y administración pública son parámetros que hacen bien a todos los ciudadanos.
Así es que durante dos intensisímos días escuchamos experiencias y datos concretos de ciudades o comunidades españolas que tienen muy claro el por qué trabajar en función de esta amigabilidad , y los que ya se han hecho eco de este interesante programa en Latinoamérica.
Luego de que la Ministra de Sanidad Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, inaugurara las Jornadas, en las conferencias iniciales se comenzó hablando de reto demográfico del envejecimiento poblacional , que aunque ya lo hayamos escuchado muchs veces, sigue siendo interesante remarcarlo en una temática que alude al envejecimiento de los ciudadanos.
En este caso se hizo hincapié en el rol de las ciudades, porque están cada vez más pobladas y son el núcleo principal de los espacios habitados. Característica que se repite a nivel mundial. Se dijo que el 40% de los mayores de 65 años viven en ciudades de más de 100 mil habitantes, y que en los pueblos de menos de 500 personas , 1/3 son mayores de 65 años; y de ellos -lo más preocupante- 1/3 vive solo.
Otro de los ponentes para entrar en tema habló de la situación de los adultos mayores en Latinoamérica, en donde se trabaja con un gran contraste social, y mucho más si se lo compara con España. En ese continente el 80% de los mayores viven en entornos urbanos. Hay un alto ratio de alfabetización en países como Argentina, Chile, Uruguay y Cuba, pero por contra la situación de pensiones es bastante pobre: sólo 1 de cada 4 adulto mayor recibe pensión contributiva y la mayoría son varones. Por ello el 34% de las personas en edad jubilatoria tiene que seguir trabajando , lo cual exige una mirada bastante diferente a la que se tiene en España y retos diferentes en las políticas públicas.
CASOS CONCRETOS
En una de las mesas iniciales fue muy interesante escuchar las ponencias de Montevideo, capital de Uruguay , y la de la municipalidad de Zapopán en México, para luego escuchar como contraste la ponencia de San Sebastián del País Vasco, porque en todos los casos se retrata la intencionalidad de una política pública decidida al cambio, más allá de los recursos.
En todos los ejemplos la decisión es rotunda, y luego según la capacidad económica se puede hacer más o menos. Pero este puede ser una de las conclusiones de este encuentro que sirvió para motivar e instar a las ciudades a que siempre se puede hacer más por la amigabilidad con los mayores.
MONTEVIDEO
La capital de Uruguay contó con un ponente singular: Leonel Molinelli, que se paseó por las jornadas con mate y termo en mano. Hizo una intervención intensa y divertida aludiendo a qué mundo y qué ciudades les iban a dejar a sus dos gemelas pequeñitas. Contó que Uruguay tiene una población estable de 3 millones de personas muy alfabetizadas, y con un alto índice de envejecimiento.
Recordamos que no en vano le corresponde a este pequeño país el mote de la Suiza de Latinoamérica (no sólo por ser sede de secreto bancario) sino también por tener un amplio nivel de cobertura social garantizado por el estado.
Montevideo se unió a la red de ciudades amigables en 2016 , y su coordinador contó todos los pasos que se dieron: primero hacer la escucha activa a los adultos mayores, en un programa coordinado con las Universidades locales para detectar fortalezas y debilidades.
El trabajo apuntó a conocer los puntos débiles y fuertes en relación con aspectos sociales, sanitarios, urbanísticos y espaciales; de acccesibilidad, vivienda, transporte, espacios al aire libre e inclusión social respecto a los derechos de las personas mayores, entre otros.
Lo interesante es ver en la experiencia de Montevideo , en apenas tres años, pasaron del análisis a la acción de tareas básicas como el Plan de Veredas (aceras) , el plan piso bajo de los autobuses, y temas de accesibilidad , a delinear ahora para el futuro, temas tan trascendentes e innovadores como las acciones intergeneracionales.
Todo este trabajo, le ha permitido a Montevideo llevar adelante una mirada super moderna e innovadora, y como plan de futuro se plantean nada menos que tener una mirada femenina sobre las ciudades:
Como contrapunto intervino luego Eva Salaberría del ayuntamiento de San Sebastián , y la experiencia de esta ciudad que podría haber contrastado con la de Montevideo vino a certificar que a la mentalidad del cambio hay que ponerle actitud.
Donosti tiene un 23% de población por encima de los 65 años.
El proyecto que se llama Donosti Lagunkoia tiene los ejes en torno a las características que veís en los siguientes gráficos:
Y a partir de ahí se trabaja sobre el futuro : gestión de las pensiones , irrupción de los baby boomers, anticipación para un buen envejecer, construcción de proyectos vitales, transito gradual de la vida laboral a la jubilación, relaciones intergeneracionales, etc. Es decir, Donostia Lagunkoia lleva en su adscripción a la red todos los parámetros más avanzados del envejecimiento del siglo XXI.
En la ponencia de Zapopán pudimos ver cómo con menos recursos se pueden llegar a los mismos fines. Allí el remozamiento de aceras es un tema prioritario, y la adaptación de los cruces peatonales. Luego demostraron cómo con criterio se pudieron optimizar en la construcción de un centro de mayores que alberga desde consultorios a un gimnasio.
Muy por el contrario a lo que podía parecer en principio esta jornada sirvió para ver cómo el programa de la OMS de Red de Ciudades Amigables con los Mayores, no es solamente unas directrices para hacer una ciudad viable, y adaptada físicamente, sino que construye pensamientos de previsión y modernización en las maneras en que las ciudades pensaban a sus mayores.
En siguientes post hablaremos de otros aspectos interesante de este encuentro como la experiencia de Zaragoza con su programa de Comercio Amigable con los Mayores, también sobre la adhesión de la ciudad de Mendoza a la red, y sobre experiencias curiosas como la de Pescueza y la de Loncoche en Chile.
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