Llega San Valentín y siempre es una oportunidad para preguntarnos cosas al respecto del amor, la pareja y el proyecto de compañía que tenemos para la segunda parte de nuestras vidas.
Salvando la característica ñoña que pueda tener la fecha, es imposible aislarse del estruendo mediático y de celebración que tiene la efeméride ,y por activa o por pasiva ese 14 de febrero siempre nos interpela.
En febrero al final siempre nos miramos al espejo de cómo estamos en nuestra relación de pareja (si la tenemos) y si no la tenemos nos hacemos una serie de preguntas, pero ya no son las mismas preguntas que antes, ya no vamos de boca a la búsqueda de un compañero o compañera. Ya traemos heridas en el cuerpo.

De todo esto hablaremos en el Congreso REENAMORATE DE TU VIDA que se llevará a cabo esta primavera de forma virtual, y que Viejenials ha organizado con mucho dedicación y afán investigativo. Somos una plataforma que promueve el pensamiento y la reflexión sobre esto de transitar la mediana edad, con una postura moderna y disruptiva. Por fin podemos plantearnos quienes somos y qué queremos. Salvando obligaciones y mandatos culturales o familiares, al menos en la intimidad, tenemos ahora un espacio para RE pensar nuestra vida.

El amor y el deseo en la mediana edad
Luego de haber realizado más de la mitad de las entrevistas podemos decir que hay una antes y un después en la vida amatoria de las personas y es cuando atravesamos el Climaterio, tanto femenino como masculino.
Una vez que acabamos la función reproductiva las personas comenzamos a hacernos preguntas acerca de la pareja, de la persona que tenemos al lado dandonos cariño; y si no la tuviéramos , buscamos respuestas acerca de por qué no la tenemos.

Vivimos en una cultura «parejocéntrica» , donde el desarrollo vital y la línea de etapas de la vida se encamina a encontrar ese «otro» u «otra» (es decir esa busqueda de la otredad) que nos llevará a la reproducción y a la saciedad de nuestras pulsiones sexuales.
Así es que los períodos entre parejas parecen una etapa de tránsito y están llenas de intrigas y cuestionamientos. De hecho , cuando uno vuelve a una siguiente pareja dice comunmente «he re-hecho mi vida» como si la vida sin pareja fuera una vida rota.
Nuevas visiones, nuevos paradigmas
La igualdad de la mujer como postulado, y como ideal tanto para el acceso al mundo del trabajo como en el mundo familiar, llevan a la generación que hoy ronda la mediana edad a muchas dudas y muchos cuestionamientos.
Es el momento de ser nosotras, ya no hacemos nada por mandato, y por fin nos preguntamos quienes somos y qué queremos.
La mediana edad es la gran oportunidad para hacer un repaso a nuestra vida y ver cómo queremos vivir la segunda etapa.
Si seguimos en pareja de largo recorrido es el momento de mirarnos , de hacer balance, saber qué es lo que te une, y tomar iniciativas frente a esos temas que nos separan por la diferente evolución, o porque ahora todas las paradojas de las parejas se ponen en tela de juicio.
Si estamos solos o solas es el momento de plantearnos desde qué lugar nos vamos a unir a otro/a. Si será un simple parche a la soledad o si realmente nos vamos a unir desde una verdadera unión de intereses comunes y ganas de compartir espacio, tiempo y placer.
La Sexualidad después de los 50
Gran tema en el devenir de las parejas cuando atraviesan el umbral de la mediana edad. El climaterio afecta muchísimo el deseo y la erótica tanto en mujeres como en hombres y es un momento que hay que replantearse todo. Si estamos con la pareja de toda la vida , tendremos que tener diálogos profundos y búsquedas compartidas de otras formas de encuentro y placer.
Si estamos a la búsqueda de nueva pareja el tema se complica aún más ya que habrá que enfrentar todos los cambios que tenemos en nuestra manera de encarar el deseo.
Para este momento vital, uno de los mayores descubrimientos que hemos hecho en la investigación del congreso son las herramientas que brinda la sexualidad holística, una propuesta y un trabajo personal que nos enseña a vivir la sexualidad conectando cuerpo, mente y espíritu.
Es una práctica que bebe del tantra y del taoismo donde integramos todo el cuerpo en la búsqueda del placer. Para ésto es fundamental entrar en una dimensión diferente de práctica huyendo de la genitalidad y pasando a integrar el cuerpo y el alma.
Para eso hablamos con la doctora María Gabriela Santini, de la escuela de Sexualidad holítica que en el congreso nos interpelará con esta práctica.
Nuevos modos de estar en pareja
De todas maneras y aún con los cuestionamientos que podamos meterle al modelo «parejo-céntrico» , la búsqueda de un «otr@» es inherente al ser humano . Somos seres comunitarios , sociales que necesitamos de los demás para consagrar propósitos y compartir momentos vitales.
¿Y cómo encontramos pareja en el año 2021? Cómo nos va a los Viejenials la búsqueda de ese otro u otra para pasarlo bien y poder compartir viajes, momentos, copas de vino, jacuzzis y proyectos vitales?
Nos van las apps? Conocemos gente como antes en los bares, las fiestas , los trabajos? Ya no tanto. Para eso están también las «head hunters del amor» , las celestinas modernas que son capaces de facilitar el «match» , o sea la afinidad cuando a nuestras edades ya no nos apetece perder el tiempo.
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