Hay un momento en la vida en que empezamos a ver «raro» cuando estamos leyendo. Sucede en la mitad- más o menos- de la década de los 40, y comenzamos por alejar un poquito el texto, o por ponernos debajo de una luz fuerte, o por acercarnos a una ventana para ver lo que dice una etiqueta.
Pero de un día para otro te rindes, e inexorablemente le prestas atención al tema porque empiezan a haber fuertes dolores de cabeza, y trabajar en el ordenador se nos hace muy cuesta arriba.
Hablamos siempre de aquellos que fuimos afortunados de no tener nunca un problema de vista.

Entonces algun@s comenzamos por echar mano de las gafas de farmacia, de los chinos, e incluso de las lupas. Pero llega un momento en que hay que pedir hora en el oftalmólogo/oculista y aceptar que debemos usar gafas para leer, que tenemos la famosa “vista cansada” – de tanto ver y vivir- o astigmatismo.
USAR GAFAS PARA LEER
Pero ahí no termina todo. Una vez que te lo tomas en serio, que te realizas la medición de tu falta de agudeza en focalizar las letras , y te haces las gafas, comienza la verdadera “tragedia”: la adaptación a la vida diaria de tener que enfrentarte a usarlas, y A ENCONTRARLAS!.
Cuando las mujeres tenemos que usar gafas para leer
El drama es aún peor para la mayor parte de las mujeres, pues viene el momento coquetería. Cuántas veces hemos escuchado eso de que las gafas ponen años, o que nos sentimos como una abuela: no crees verdaderamente que ésto te está sucediendo a tí.
Yo recuerdo los primeros años en que tenía que usar gafas, las mayores zozobras las vivía en situaciones laborales frente a hombres interesantes en las que no me las ponía de ninguna manera: intuía textos, intuía precios, intuía instrucciones.
Esas gafas que siempre se pierden…
Luego viene uno de los mayores fastidios: buscarlas por toda la casa y para todas las situaciones. Leer las instrucciones de una sopa -por ejemplo- , de una indicación de una pastilla, firmarle al cartero que llega a casa, o leer los extractos del banco. Para esto recomendamos tener un set de gafas baratitas por toda la casa, y dejar las de óptica para leer y trabajar.

Ahora ya Viejenial, ya más sabi@, ya no te importa ser quién eres ni tener la edad que tienes, lo asumes con hidalguía, y sobre todo , reconviertes esa necesidad en un toque de coquetería. Ahora la moda te lo permite.
Lentes o gafas vienen con la vejez y son parte de ella. Tengo muchos años usándolas y todavía no me acostumbro del todo.
Muy cierto lo que comentas yo a mis 61 años me mande a hacer gafas con armazón de diferentes colores y las combino con mi look es divertido verlo cómo parte de tus accesorios.
To Whom It May Concern: Cuando maduramos y sabemos quien somo, no deveriamos preocuparnos ni muchos menos entristecernos, son cambios de la la vida que tenemos que acepatar con madures. Los lentes o gafas no son objetos que controlan nuetras vidas, nosotros tenemos que controlar quienes somos, y vivir la vida con orgullo y fortalace. La bellaza no se encuentra en las gafas se encuentra en nosotros. Esa es mi opinion.
Gracias, tienes toda la razón
Si quisiera ser modelo y tengo mas de 50 anos, como ustedes podrian ayudarme en esta carrera, porque se que nunca es tarde para lograr nuestra metas. Lo que necesitamos ser valiente y decir si podemos no importa la edad.
Sinceramente,
Daby Dillon