Budapest es una de las capitales más fascinantes de Europa porque a su belleza natural, le suma el poderío de sus fuentes termales. Al atractivo de caminar a orillas del Danubio y de transitarlo por el agua, le agrega el imprescindible encanto de visitar sus balnearios, no sólo para disfrutar de sus beneficios sino para adentrarte en el arraigado costumbrismo que tienen para los húngaros sus aguas surgentes. No habrás conocido Budapest, sino te has metido en al menos dos balnearios. Y sobre todo en los más populares.
Széchenyi, Gellert, Lukacs o Rudas son nombres que verás en cualquier folleto o web cuando te informes sobre la capital húngara. Y en efecto todos ellos justifican un viaje, y a ellos hay que sumarles los más nuevos y sofisticados que aprovechan las ventajas de las aguas subterráneas, dando instalaciones más elitistas y privadas.
Porque entrar en los balnearios legendarios es una experiencia única, no habrá lugar ni aguas del mundo que suplanten o mejoren los efectos de este lugar, ya que a los propios efectos medicinales, podrás disfrutar de la observación costumbrista de este esparcimiento, a lo que se suma el ir y venir de los turistas que reconoces a la primera impronta.
Los chancleteos, las dudas de dónde y cómo meterse en según qué piscina, la pereza por informarte si no eres muy puest@ en beneficios termales, te harán deambular de piscina en piscina sin ton ni son. Así que te vamos a dar algunas pautas para sacarles partido, y algunos consejos:
PRIMERO UN POCO DE HISTORIA
Los balnearios de Budapest vivieron su época de oro hace dos mil años. Los legionarios romanos utilizaron al menos una docena de estos lugares, cuyos restos se pueden apreciar todavía en el barrio de Obuda. La segunda época fue durante el reinado de Segismundo, cuando Buda era sede real. Mas tarde también el rey Matías visitó los balenarios. Los balnearios de Rudas y Király evocan los 150 años de dominación turca. La más reciente época dorada fu la segunda mitad del siglo XIX cuando cavaron el primer poso artesiano de agua caliente de Budapest y renovaron los balearios históricos y tambien construyeron nuevos. Budapest puede presumir de ser la capital del mundo con la mayor cantidad de pozos de agua caliente y t ermal lo que le ha dado el título de la Capital Spa del Mundo.
La acutal administración comunal tiene como objetivo potenciar este poderío termal y medicinal, y en 2012 se terminó la reconstrución del balneario Lukács y Rudas.
BALNEARIO Y PISCINA SZÉCHENYI
Es uno de los complejos balnearios más grandes de Europa, y el primer balneario terapéutico de pest, constru´do entre 1909y 1913 en estilo renacentista moderno. El agua termal de este lugar brota a la superficie desde el segundo pozo más profundo de Budapest con una profundidad de 1246 m y con 76º de temperatura.
En las fotos solemos ver las gigantescas piscinas exteriores tan accesibles en invierno como en verano. La central tiene 38º y las dos laterales 34º.
Nosotros sugerimos visitar este balneario a aquellos que acudan en invierno, ya que en verano es demasiado popular y está lleno de turistas por lo cual pierde algo de escencia.
HOTEL GELLERT
El balneario del Hotel Gellert es para nosotros la mejor experiencia que puedas realizar en Budapest. Seguramente antes de ir a Budapest has visto sus fotos y te has dicho : «yo me quiero bañar en esa piscina», y en efecto, es uno de esos lugares del mundo donde hay que estar una vez en la vida. La experiencia comienza al llegar, es que estos baños termales están dentro de uno de los hoteles más legendarios de la capital húngara, y habrás de pasar delante de él varias veces cuando estés en la ciudad. Situado frente al puente de la libertad, el hotel es parte del decorado de esta magnífica ciudad. Ya frente a sus instalaciones tienes una fuente surgente para beber agua e ir poniéndote en tema.
Una vez que entras, el espacio es de época modernista, elegante y cautivador. Todo invita al relax , el olor te hace sentir en un espacio saludable y no ves la hora de entrar al algua.
El balneario y el hotel abrieron en 1918, y en 1927 se amplió con una piscina de olas artificiales que es hoy en día una de las atracciones principales de esta instalación. La máquina original de generar las ondas del agua aún está activa, y es esta piscina la que da alboroto a la parte exterior del balneario. No hay que olvidar que los locales acuden a estos balnearios como si fuera la piscina del barrio.
Hay además muchos tratamientos terapeúticos, con una sección de asistencia terapéutica global (hospital diurno) y un inhalador, pero se puede probar también el masaje con piedras de lava, la pedicuría spa, los tratmientos con chocolate y el baño con aguas termales. La zona de aguas calientes está fuera, lo mismo que el sauna y el baño finlandés.
Las aguas del Gellert tienen las siguientes propiedades: sodio, potasio, magnesio, carbonato de hidrógeno, sulfato , clorato y florido. La superficie acuática total es de 1317 m2, teniendo 4 piscinas terapeúticas cubiertas de 35 a 40º, dos terapeuticas con pesas de 35º, 2 piscinaspara sumergirse cubiertas.
La entrada simple cuesta 16 €
Piscina de natacion
1 piscina espumosa cubierta
1 piscina para sentarse
1 piscina con olas artificiales
1 piscina de ocio
BALNEARIO Y PISCINA LUKACS
Es gratuito para quienes hayan adquirido la Budapest Card, y es uno de los más auténticos de Budapest. Con ésto queremos decir, que es donde más se vive «el balneario como un hábito local» , ya que te das cuenta inmediatamente que son más los lugareños que los turistas los que se están bañando. Y luego te cuentan que es muy frecuentado por la intelectualidad capitalina y por políticos y artistas. Se dice que aquí se hallan las aguas terapeúticas más eficientes de la ciudad.
Por fuera parece un hospital de posguerra mal mantenido, pero cuando entras todo es amable y organizado. Las piscinas exteriores son frías (salvo la de chorros y con el tobogán deslizante). En el interior es puro vapor, piscinas muy calientes, de diferente graduación, y el chorro surgente para beber, que hay que decirlo que está malísima de sabor.
Todos estos balnerios están recomendados para:
- Enfermedades articulatorias degenerativas
- Infecciones articulatorias agudas y graves
- Deformaciones vertebrales
- Hernias de cartílago
- Falta de cal osea
- Neuralgias crónicas
- Alteraciones circulatorias
- En el inhalador: tratamientos asmáticos y bronquitis
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