Viena es un destino de lujo que todos los Viejenials nos debiéramos plantear para pasar algún Fin de Año de nuestras vidas. Célebre en estas fechas por el concierto de Año Nuevo a las 11.15 de la mañana, que hace de la capital austríaca una ilusión para todos los que nos gusta la música clásica y ese ambiente refinado.

El famoso concierto sucede todas las mañanas del 1 de enero en la sala de La Wiener Musikverein de Viena, que es un edificio inaugurado el 6 de enero de 1870 y que alberga varias salas de conciertos y otras instituciones musicales,. La sala principal es famosa por su acústica, que la sitúa entre las tres mejores salas del mundo en lo que respecta a la sonoridad, junto con el Symphony Hall de Boston, y el Concertgebouw de Ámsterdam. La sala acoge conciertos de las principales orquestas sinfónicas del mundo, destacando los conciertos de abono de la Orquesta Filarmónica de Viena, entre los que sobresale el concierto de Año Nuevo.
El edificio fue construido por la Gesellschaft der Musikfreunde (Sociedad de Amigos de la Música), a la que pertenece. El lugar en el que se encuentra fue donado por el Emperador Francisco José I, y el proyecto se encargó al arquitecto danés Theophil Hansen, que se inspiró en el clasicismo griego.1? Al cabo de poco tiempo, el edificio recibió el nombre de Musikverein , que significa Club de Música.

Ir a Vienna en Fin de Año puede ser una experiencia extraordinaria, de esas que hay que hacer una vez en la vida. Porque no sólo se tratará de asistir al renombrado concierto de la Royal Philarmoniker , dirigida por el Maestro Mutti, sino que hay una infinidad de eventos para sentirse en la época imperial, o en el meollo del ambiente de los amantes de la música clásica.
Impresionante es también asistir a la Gala de Noche Vieja en el Palacio Auersperg, un señorial festejo del final del año que se comienza presenciando fuegos artificiales, se asiste a una cena de gala, se brinda con espumante a las 12, y luego se culmina la velada con un gran baile, que será la oportunidad de tu vida de bailar un Wiener Waltz. Todo cuesta alrededor de 800 euros según la ubicación, y obviamente hay que ir vestido de fiesta. Si no puedes con tanta pompa, una opción super recomendable es asistir a los ensayos de la Royal Philarmoniker. Sobre todos todos los conciertos de Vienna puedes informarte en esa página, que te hará propuestas tan sugerentes y asequibles como los conciertos en las Iglesias.
Y ya que estamos en Vienna debemos aprovechar todo lo que nos ofrece la capital austríaca, que es mucho más que música. Evidentemente una de sus improntas es su «onda» imperial, referida al período que formó parte del Imperio Austro-Húngaro para enfrentarse en poderío a Prusia. Esa cercanía y simbiosis con sus vecinos del este la hicieron más suntuosa y dorada, acaso recargada, pero Vienna siempre fue un epicentro de intelectuales tanto en la rama artística como del pensamiento más avanzado , sobre todo del siglo XIX y el XX.
Su gran despegue fue en el diecinueve cuando se demolieron las murallas y se construyó la renombrada Ringstrasse, precisamente sobre la que se construyó la Ópera, la Universidad, el Ayuntamiento, el Parlamento y la Bolsa.
Otro de los aspectos a considerar en Vienna es su vinculación al art nouveau, por esos lares llamado Sezzesion, que dio artistas tan renombrados como Gustav Klimt o Egon Schiele.
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